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3 marzo 2023

The Last of Us, Capítulo 7:  Lo que dejamos atrás

El séptimo capítulo de la serie hace énfasis sobre el colapso que surge más allá del apocalipsis. El guionista de este episodio, Neil Druckmann, demuestra que la devastación no son solo escombros de la humanidad, también lo es el dolor de las víctimas y sus recuerdos.


Un contenido adicional tan importante como la historia principal

A diferencia de lo que ocurre en el resto de la serie, este capítulo protagonizado por Bella Ramsey y Storm Reid no está inspirado en el primer juego, sino que está basado en un DLC que salió un par de meses luego del lanzamiento del título original, allá por el 2014. En esta historia, este contenido adicional nos da una idea de la vida de Ellie antes de conocer a Joel, y sobre todo, antes de haber sido “infectada” por primera vez. Una vez más, las cabezas de la producción de The Last of Us, nos traen una gran adaptación y un excelente episodio.

En este capítulo, retratar la belleza en medio de las cenizas en un mundo postapocaliptico es un logro que en The Last of Us alcanza y cumple con creces, gracias a una iluminación radiante y vivaz. La cámara se vuelve subjetiva, sigue a los protagonistas entre juegos, anécdotas y risas. Las sombras a las que nos tenía acostumbrado la serie quedan atrás, Ellie y Riley corren por los pasillos de lo que en su momento de esplendor ha sido un centro comercial. La inocencia del personaje interpretado por una extraordinaria Ramsey, permite ver como con algo tan conocido como una escalera mecánica, logra despertar en la protagonista cierto asombro ya que creció en un mundo tapeado por un muro bajo las órdenes de FEDRA. Ellie descubre que la realidad es mucho más que oscuridad, que la amenaza constante y las puertas cerradas al futuro.


Los recuerdos del pasado


Bella Ramsey tiene la posibilidad de explotar en un capitulo para sí misma. La actriz que ya había demostrado su gran potencial actoral a lo largo de la serie, acá sube un nivel más en cuanto al talento dramático. En el séptimo episodio de esta temporada, Ellie enfrenta una mezcla de sentimientos y Ramsey logra plasmarlo estando a la altura del papel. Con un Joel inconsciente después de una desastrosa excursión a la universidad, la serie presenta el DLC Left Behind (mismo nombre del episodio) en modo de flashback.

De este modo, es introducido el personaje de Riley (interpretado excelentemente por Storm Reid), la mejor amiga y primer amor de Ellie. A través de la formación de la historia, con una conjugación excelente en emociones de personajes y un guion que acompaña a la creación de una atmosfera que se va desarrollando a lo largo de todo el episodio, vemos como Ellie va descubriendo su sexualidad y además conocemos un poco más en profundidad como es la vida para aquellos que nacieron después de la infección del Cordyceps.


Ramsey y Reid logran una dupla llena de química con grandes actuaciones

Si en episodios anteriores vimos a organizaciones como FEDRA y a las Luciernagas, en Left Behind conocemos a los jóvenes reclutas. Como en una escuela normal estudian, hacen educación física e incluso también se sufre del Bullying, yendo a parar a la oficina del director después de agarrarse a golpes con un compañero. Este es el caso de Ellie, y un claro vistazo al desarrollo adolescente de la chica, que quiere desahogar su ira, mientras se afianza para no verse débil ante los ojos de los demás. Sabemos que los estudiantes estás siendo entrenados para trabajar en FEDRA y defender a las zonas de cuarentena, tanto de los infectados como de las Luciérnagas.

De ahí el conflicto que va a tener nuestra protagonista, al descubrir que Riley huyó de la escuela para alistarse en las Luciérnagas y eventualmente luchar contra oficiales y soldados de FEDRA. Una vez más, The Last of Us nos vuelve a plasmar y recordar que no hay lados buenos y malos en una guerra.


Cuando hay un gran equipo detrás


La dirección de este séptimo capítulo está a cargo de Liza Johnson, la cual es llevada de forma ligera y concisa, enfocada en la emoción de los personajes. La cineasta cuenta en su curriculum con series como American Horror Story, Silicon Valley o Dead to me.  

Y resulta difícil no sonreír al ver el reencuentro de dos amigas bajo una gran dirección y puesta en escena. Explorando una sala de juegos, subiendo al caballito de un carrusel, bailando y riendo a la par. Y queda plasmado que cuando estamos con quien amamos, tenemos motivos para sonreír ante cualquier adversidad. Por un lado, la inocencia de la adolescencia y las mariposas de estómago al enamorarse de alguien. Por otro lado, está la conciencia de que Ellie y Riley están en lados opuestos de una batalla.

Independientemente de esto, nada importa cuando son atacadas por un Clicker y mordidas, tan jóvenes y teniendo que enfrentarse a la mortalidad. A través de grandes actuaciones y una gran dirección, observamos como es el paso de dos niñas que tuvieron que madurar demasiado pronto.

Otro punto interesante es que tenemos un vistazo a las personas que nacieron después de la pandemia y no conocen la vida como era antes. Es curioso y mágico ver como el guion confeccionado por Druckmann explora el descubrimiento de Ellie y Riley en el centro comercial, viendo lugares o artículos en venta que ni siquiera saben para que sirven.


Como algo normal, en un mundo postapocaliptico causa sorpresas

En este sentido, Left Behind está lleno de críticas sociales, abordando cuestiones muy actuales, como el racismo. Un claro ejemplo del episodio es como el director de la escuela le sugiere a Ellie que siga las reglas para convertirse en oficial, mientras que a Riley la envía al servicio de limpieza.

Pero en el mundo de The Last of Us, sabemos que la felicidad es tan fugaz como rara. A través de un gran guion, el episodio nos muestra con rapidez que la crudeza de la realidad llega con la energía salvaje de los infectados. Ellie con el brazo sangrando por aquella mordida que definirá sus decisiones de ahora en adelante, está convencida de que finalmente todo aquello que resultaba inevitable, la alcanzó. De modo que se deja caer junto a Riley para esperar con ella el sufrimiento. Incluso en ese maldito momento, Neil Druckmann brinda una ternura cálida a la despedida.

Y punto aparte para destacar también, es la actuación de Storm Reid. La joven actriz que ya había mostrado su talento en Euphoria, aporta profundidad, determinación y representatividad a su personaje. La dupla Ramsey y Reid da una muestra de química absoluta, y logran consolidarse como estrellas de la nueva generación de actrices y actores. Sin duda, un episodio que tal vez no sea recordado como el mejor de la temporada, pero seguramente sea de aquellos que se queda en el corazón.


En conclusión, Left behind sabe ser tierno sin tener que ser empalagoso


La ficción de HBO está consiguiendo arrancar más de una lágrima con las situaciones que nos están contando, incluso a quienes hemos jugado el título y ya conocemos la historia original.

La historia de Ellie y Joel está llena de momentos dramáticos para hacernos un nudo en la garganta, pero lo que se está realizando gracias a Craig Mazin y Neil Druckmann está a un nivel superior.

Son pocos los que pueden escribir un episodio en un centro comercial abandonado, con dos adolescentes disfrutando de las diversiones y que nos atrape durante 55 minutos.

Cuando ves Left Behind, descubrís como se puede realizar un guion solvente, sencillo y emotivo cuando se cuenta con un buen material y con gente en la producción que lo entienda y sepa sacarle todo el provecho posible. Y eso es lo que ocurre en este capítulo, ya que nos cuenta una historia de amor que se siente en cada plano, que se respira y que está llevada de una manera sencilla pero potente.


Lucas Petronio

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