XBOX siempre tuvo un problema en cuanto a exclusividades. Muy pocas lograron trascender y estar en vigencia en un medio como los videojuegos. Una de las formas de Microsoft para cubrir esta necesidad es la adquisición de desarrolladoras. Anteriormente fue ZeniMax Media/Bethesda Softworks y ahora intentan hacer lo mismo con Activision y Blizzard.
Es precisamente en esta eterna lucha que Sony intenta evitar que se efectúe esa compra debido a lo perjudicial que sería para la marca. Entre uno de sus argumentos estuvo uno nuevo que agregaron ante el CMA del Reino Unido. (vía Gamesradar)
“La conducta de Microsoft en relación con la adquisición de ZeniMax proporciona evidencia adicional de por qué un compromiso de comportamiento debe abordarse con precaución“. Además de que prometieron a los inversores que no “tiene intenciones de sacar todo el contenido de Bethesda de las plataformas de la competencia”.
Por si fuera poco, redoblaron la apuesta al mencionar la multa por $731 millones de Microsoft por la vinculación entre Internet Explorer con el sistema operativo de Windows. Aquella vez, la compañía norteamericana asumió toda la responsabilidad.
“SIE es extremadamente escéptico de que se pueda llegar a un acuerdo con Microsoft, y mucho menos monitorearlo y aplicarlo de manera efectiva”, afirmaron los representantes del gigante tecnológico japonés, para sumar otra entrega de una guerra que no parece terminar. Al menos no en este momento.
En el pasado, el jefe de XBOX, Phil Spencer afirmó que Starfield y Elder Scrolls eran exclusivos. Dicho sea de paso, un poco más tarde, el jefe de marketing de Bethesda, Pete Hines, pidió disculpas sobre esas decisiones. En resumidas, recalcó que no puede hacer nada al respecto.
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