Visit Us On TwitterVisit Us On FacebookVisit Us On YoutubeVisit Us On Instagram
5 noviembre 2020

Reseñamos: Assassin’s Creed – Origins

El saber renacer de sus propias raíces



Después de agotar tanto a ajenos como a los propios fanáticos de la saga, Ubisoft decidió dar un parate a la sobreexplotación de su gallina de huevos de oro y por primera vez en mucho tiempo tuvimos que esperar más de un año para volver a tener otro Assassin’s Creed en nuestras manos.  
Origins es la respuesta a esa pausa en la franquicia: ¿Habrá aprendido de los errores del pasado? ¿Podrá revivir una saga que entraba en su momento más decadente? ¿Es este el Assassin’s Creed que los fanáticos necesitábamos para recuperar el amor por la franquicia? 



Assassin’s Creed Origins, como su nombre lo indica, se vuelca en los orígenes de la saga misma. El título toca las raíces de esta tan extensa franquicia y los busca adaptar a la modernidad, respetando las virtudes que convirtieron a los Assassin’s en un ícono y transformando su fórmula ya desgastada en una que se adapte mejor a nuestros tiempos. 

Esta premisa es la que plantea el juego al iniciar con un nuevo protagonista: Bayek de Siwa, un Medjay del antiguo Egipto que emprenderá un viaje cargado de venganza y justicia cuando una tragedia marque su destino para siempre. Es este viaje no sólo nos hará conocer las zonas más vistosas y populares del Egipto de época, como puede ser la imponente Alejandría, o las majestuosas Pirámides de Giza, sino que también develaremos a lo largo de la aventura la gran incógnita sobre el origen del Credo. 


Seguiremos a Bayek en su búsqueda de venganza y justicia

Esta búsqueda de ir a las bases más profundas de la saga se cargan de esa ortodoxia que rememora al primer Asssassin’s Creed, con elementos a resaltar que no son menores para un fanático de antaño, como puede ser la pérdida del dedo al usar la hoja oculta, o las ya clásicas ‘confesiones’ al momento de asesinar a un objetivo, llenos de carga dramática y representadas casi de forma onírica para darnos un mayor impacto en su mensaje y la repercusión que conlleva terminar con nuestro blanco. 


La historia contemporanea vuelve a (por fin) tener un punto de vista específico

También se celebra la vuelta a la relevancia de la era contemporanea, donde ahora tendremos a un personaje con una identidad ya establecida (Y nos olvidaremos de esa mala implementación ‘misteriosa’ de la primera persona para contarnos los sucesos de la actualidad post Desmond), donde no sólo tendrá muchísima relevancia en la historia, sino que también vivirá sucesos más que llamativos en su desarrollo. 


Los enemigos tendrán características muy marcadas y diferentes entre sí, logrando una identidad muy bien construida para cada uno

Assassin’s Creed Origins lo tiene todo para triunfar en el apartado narrativo: Un contexto riquísimo y muy pedido por los fans como lo es el Egipto de Cleopatra, un protagonista con personalidad y a la altura de las circunstancias, una historia dramática y cargada de motivación, enemigos con características muy marcadas y diferenciales entre sí, y la premisa de que todo lo que suceda será parte del puntapié que dé inicio a todo lo que conocemos de la saga. Aun así, la historia se pierde en una nebulosa donde la narración hila muy fino en cuestiones dramáticas y hasta políticas, y el jugador nunca termina de ser golpeado por un climax que no deja de ser tibio.  


Aya será otro de los personajes jugables y alguien crucial para la historia

Hay que resaltar justamente en la narración la inclusión de otro punto de vista AssassinAya, la esposa de Bayek, quien toma las riendas de la historia en momentos claves y seguro no dejará indiferente a ningún fanático. 



Una de las mayores innovaciones del título se encuentra en este apartado, sobre todo en el combate. Al más puro estilo juego de RolBayek tendrá la oportunidad de subir de nivel y aprender nuevas habilidades, como también lo tienen sus armas: Seremos capaces de elegir entre diferentes tipos de armas al mismo tiempo que sus habilidades presentes en ella: Recuperar salud por golpes, infringir golpes críticos, quemar con cada impacto, etc.  

No sólo es nuestro protagonista y el equipamiento que llevemos, sino también nuestros enemigos podrán avanzar de nivel y tornarse cada vez más difíciles conformes vayamos avanzando la aventura.  


Tendremos una gran variedad de armas para buscar cual se asemeja a nuestro estilo de juego

Este elemento se adhiere junto a una nueva mecánica de combate, donde estarán presentes los golpes fuertes, débiles y el esquivar. Cada combate con un enemigo, o un grupo de ellos, será una danza de esquivos, golpes cargados y combinaciones, que durarán tanto como el enemigo o nosotros estemos con vida, teniendo el último que quede con vida esa cinemática de “ejecución” que tanto caracteriza a la saga.  

Subir de nivel y tener progresión de tu personaje parece una muy buena idea, sobre todo para un mundo tan grande y con tantos enemigos en diferentes sectores de ellos como lo que ofrece Assassin’s Creed Origins, pero uno se da cuenta que pierde un poco la gracia cuando buscas ejecutar con sigilo a un enemigo con tu hoja oculta y descubrís que por tener ‘menos nivel’, tu daga que se clavó en la garganta no hizo nada más que sacarle un poco de vida al adversario.  


Los enemigos serán más fuertes según vayamos avanzando la historia, y esto se reflejará en el avance de nivel

Si bien el juego se esfuerza (y mucho) para que sus misiones secundarias no sean repetitivas, trayendo consigo pequeñas historias a conocer sólo en este apartado, sí tendremos las clásicas misiones de recados o ir de A hacia B para eliminar luego a un grupo de enemigos. Esta monotonía de la cual jamás pudo despegarse la franquicia Assassin’s Creed se vuelve el doble de tediosa cuando necesitas hacerla por ‘obligación’ para ganar experiencia y subir de nivel, ya que las propias misiones principales tienen su indicador de nivel ideal que uno debe tener para comenzarlas, y créanme que no querrán estar unos cuantos niveles abajo y descubrir que las batallas contra los enemigos son eternas, o que tu hoja oculta sólo sirve como un alfiler contra cada enemigo que esté custodiando un fuerte… 

Si bien en el combate y su progresión el juego busca en una reinvención alejarse de lo que fue, la esencia de Asasssin’s Creed sigue estando impregnada en sus otras facetas, como lo es el parkour, las atalayas y por supuesto el sigilo, donde se encuentra más fresco y fluído que en entregas anteriores, y al cual vamos a recurrir mucho para acercarnos a nuestros objetivos o estudiar a los enemigos. 


Senu será nuestro guía en los cielos

Y hablando de estudiar a los enemigos, aquí sí necesitaremos hacer uso de la “vista de águila”, herramienta que la tuvimos siempre presente a lo largo de la saga y ahora se reinventa para hacerla más real: Literalmente, ahora tendremos los ojos de un águila, Senu, quien en una vista periférica nos marcará a los enemigos, su nivel, y cosas de interés que podremos tener interacción. Esta mecánica es novedosa y entretenida, tanto para planear cómo entrar a un fuerte o para echarle un vistazo rápido al mapa en su alrededor, pero se le agrega cierta pesadez cuando el juego te incita permanentemente a usarlo en cada una de sus misiones

El apartado de jugabilidad se expande a todo lo que venía ofreciendo anteriormente la saga, pero de una forma remodelada y apegándose a su mecanismo de progresión, pudiendo ahora ‘lootear’ a nuestros enemigos para conseguir oro u otros objetos interesantes. Persiste también la cacería, teniendo también un valor de progresión para elevar en características específicas a nuestro personaje. 


La franquicia vuelve a apostar por las batallas navales, aunque en menor medida

Se resalta también la vuelta de las peleas navales, donde uno siente que fue más una característica impuesta que algo orgánico del propio juego, donde es Aya quien llevará esta mecánica a lo jugable y la recompensa en su historia puede ser un poco más interesante, dándole aire fresco a las misiones que veníamos repitiendo de forma sistemática con Bayek



Hay que sacarse el sombrero en cada oportunidad que tengamos con Ubisoft luego de ver el enorme trabajo que han hecho en Assassin’s Creed Origins. Se han potenciado en todo tipo de aspecto, tanto en el modelado de los personajes y sus animaciones como en el extensísimo y detallado mapa que han logrado con una recreación histórica del Egipto antiguo.

Y es que realmente se siente el arduo trabajo del equipo de Ubisoft en la recreación histórica, tanto de lugares emblemáticos como de las costumbres de la época, estando todo a la vista: Desde procesos de embalsamamiento y momificación, hasta los detalles de las ofrendas en las tumbas.


La recreación de Egipto es realmente abrumadora

A la hora de hablar del mundo que rodea a Assassin’s Creed Origins no hay que escatimar en elogios. Egipto está recreado a la perfección, tanto en sus ciudades con los detalles en cada comercio, hogares o monumentos, como también en los enormes y desoladores desiertos, en los que si nos encontramos mucho tiempo vagando por ellos comenzaremos a tener los llamados ‘espejismos’, y algunos de ellos se vinculan fuertemente a la historia y lo que esté cargando el protagonista consigo.

Explorar el mundo de Assassin’s Creed Origins jamás nos dejará insatisfechos, pero siempre con ganas de ver y recorrer un poco más. Sus ciudades se sienten realmente vivas con la interacción que logran entre los npc’s. Cabe resaltar que ninguna ciudad es una ‘copia’ de la otra: Todas poseen su propia identidad y cada una tiene su encanto. Apuesto que en cada fin del juego, todos nos hemos sentidos motivados en explorar más a fondo aquellas ciudades que nos ha tocado visitar poco. Sin duda, un deleite en todo sentido.


¡En serio! la recreación de Egipto es REALMENTE abrumadora

Párrafo aparte para hablar de las tumbas, a las cuales también podremos acceder y en ellas nos aguarda un secreto garantizado. Las paredes con jeroglíficos, las telas de araña que se queman en luz cuando las pasamos con las antorchas, los tesoros reflejando la luz de nuestro propio fuego, todo entra en un cóctel perfecto de misticismo y misterio que hace que uno realmente crea que está visitando una tumba real de esa época.

A todo esto le podremos sacar muchísimo más provecho con un modo fotografía ajustado para la ocasión, con diferentes opciones para que inmortalicemos nuestro paso por Egipto.


Hay que decirlo: El trabajo hecho en las tumbas también es abrumador

El juego también da en la tecla en su musicalización y trabajo sonoro. La banda sonora de Assassin’s Creed Origins está cargada de esa esencia egipcia que tanto nos podemos imaginar, variando siempre entre las misiones, combate o exploración, encontrando el tono indicado para sumergirnos más en el mundo que propone.


Pasar mucho tiempo en el desierto podría hacerte ver cosas que no existen…

Los diferentes elementos sonoros que podemos encontrar a lo largo de la aventura también se encuentran muy pulidos y dentro del orgánico, estando presentes tanto en el hablar de los ciudadanos hacia nosotros cuando pasemos por diferentes ciudades (Estos variando desde donde nos encontremos), como así también efectos que hacen más inmersiva la aventura: Desde los sonidos en una pelea en la ciudad o en un coliseo, hasta el propio sonido de la arena (o un sonido más fantasioso cuando nos topemos con algún espejísmo)



Assassin’s Creed Origins aprovechó la pausa de la propia saga para tomar nota sobre qué se hizo bien y qué se hizo mal, y su resultado nos demuestra aires optimistas de cara al futuro. A pesar de que el juego tenga puntos evidentes que hagan sentir extraños a sus propios fanáticos, logra tomar conceptos puntuales que históricamente han sido muy relevantes para la franquicia que logran acercar a sus fans y hacerlos sentir dentro de uno de los Assassin’s Creed más disfrutables que ha visto la saga.
El Credo vuelve a renacer, y este es el camino indicado que debe tomar.


Autor:

Manuel García


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *