
El 12 de julio, en el Pacific Coliseum de Vancouver, Gen.G derrotó a Faker y compañía en una final que combinó emoción, estrategia y puro espectáculo. El equipo coreano se consagró bicampeón del MSI 2025 tras imponerse 3 a 2 sobre T1, y se suma a la lista de escuadras legendarias con títulos consecutivos en este torneo internacional.
T1 arrancó la serie con autoridad. Con Faker al mando desde la línea central, dominaron el primer mapa a base de control de objetivos y teamfights precisas. Pero Gen.G respondió rápido: planteó una estrategia más metódica en la segunda partida, priorizando líneas solitarias y aprovechando el poder de su Sion para igualar la serie. En el tercer juego, T1 volvió a golpear fuerte y se puso 2 a 1, lo que parecía encaminar el cierre.
El cuarto punto, sin embargo, fue el quiebre. Gen.G mostró sangre fría y excelente lectura del mapa, imponiéndose en una pelea clave cerca de Atakhan. Esa ventaja de oro y presión les alcanzó para forzar el quinto y último partido. Allí fue donde realmente se desató la tormenta: Gen.G sorprendió con picks como Pyke y Nidalee, y aprovechó cada error rival para asegurarse el control del mapa, del Barón y, finalmente, del Nexo.
Chovy fue elegido MVP de la final por su performance consistente a lo largo de la serie. Su rol como motor del equipo fue clave para sostener el ritmo de juego y liderar desde la toma de decisiones. Con este resultado, Gen.G no solo se queda con el trofeo, sino que también asegura su clasificación directa al Mundial 2025 que se jugará en China.
El dato que cierra el evento con broche de oro: más de 3,4 millones de personas vieron en simultáneo la definición del MSI 2025.
Una cifra récord para el competitivo de League of Legends, que demuestra que el juego sigue capturando la atención global cuando la historia, el nivel de juego y la rivalidad se alinean.
Riot Games, con este MSI, no solo entregó una final inolvidable, sino que también reafirmó su capacidad para crear espectáculos que movilizan a toda una comunidad. De cara al futuro, el desafío estará en mantener este estándar a lo largo de cada torneo, pero si algo quedó claro, es que el LoL competitivo sigue más vivo que nunca.