Según un articulo del sitio Thurott, los motivos del retraso de uno de los títulos de lanzamiento con Series X habrían estado ligados a un motor nuevo, desarrollo subcontratado, rotación en posiciones clave, retroceso en la calidad y por ultimo el COVID-19.
Los inconvenientes habrían comenzado antes del E3 2019 con la subcontratación de terceros, donde la difícil coordinación entre las diferentes compañía se ha visto reflejada en la producción, sumado a importantes desacuerdos internos.
Ya en fechas del E3 y con el tráiler mostrado, se remarcó que el juego no se encontraba en “un estado con el que se pudiera jugar con ese nivel de fidelidad”, por más que en este diga que estas son “imágenes del motor de juego”.
Ya para finales de 2019 el rumbo de como encarar la salida de Infinite era una incógnita. Decisiones como la división entre campaña y multijugador o enviar el juego en partes separadas fueron puestas en la mesa por este tiempo.
Con respecto a la serie de televisión basada en el universo de Halo, esta también puso su cuota de problemas para 343 Industries, ya que se elevó al nivel de prioridad, pero solo fue “una distracción significativa”.
La más reciente tendría relación con el departamento de ingeniería, quienes pidieron postergaciones y retención del material, mientras que el marketing determinó que debían avanzar igualmente.
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